Mejorar el rendimiento de Android sin rootear el teléfono
Los teléfonos móviles cada vez tienen mejores prestaciones. Alguna de estas mejoras están relacionadas con el tamaño de la pantalla o la inclusión de un SoC más potente. Al mismo tiempo que se añaden nuevas funciones, se mantienen prácticamente las mismas dimensiones. Ambos elementos (prestaciones y dimensiones acotadas) tienen dos consecuencias negativas que no se suelen tener en cuenta. La primera es que el consumo de batería aumenta. Por desgracia la tecnología de la batería no avanza tan rápido como la de los otros elementos del teléfono. La segunda consecuencia está más relacionada con el tamaño de las aplicaciones. Las aplicaciones instaladas penalizan la batería y el rendimiento. Si tenemos un poco de cuidado, es posible reducir este efecto negativo.